LAS SABANAS

Ya tenían horas todos en la mesa del rincón. Los cubetazos fueron uno tras otro hasta desabastecer la nevera principal. Hasta que salió la propuesta a la luz. Los dos invitados no se desconcertaron, en desafortunadas condiciones el alcohol gratis no se deprecia tan fácilmente.
Todos se levantaron de la mesa para dirigirse a una camioneta de oscura de lujo. Los sujetos quedaron asombrados. Por la ventanilla se reflejó la luz de la marquesina del bar, a lo lejos se veía el nombre: “La Mejicana”, en lugar muy concurrido por los alcohólicos de tercera clase. Era para ellos como un día de buena suerte.
 
Una vez todos en la sala, una botella de whisky muy fino se posó en la mesa de centro. Todos comenzaron a servirse al gusto y la plática comenzó a rodear los tópicos de futbol más conocidos.
Entrada la madrugada, el silencio comenzó abarcar mas la sala. De repente uno de los anfitriones recordó el motivo de los dos invitados, mandó a traer la cámara de video, las cartulinas, las máscaras, maquillaje y unas sogas.
 
La primera impresión fue la del fajo de billetes que le obsequiaron a cada uno. Después de eso se dejaron llevar las ocurrencias del anfitrión como parte de un juego inocente.
 
Después de un rato, ellos se encontraban hincados, amarrados de las manos y maquillados de tal forma que semejaban una brutal golpiza. Cuatro de los anfitriones estaban encapuchados atrás de ellos y el anfitrión mayor delante de ellos, con la cámara en la mano y sentado en un cómodo sillón.
 
El de la cámara empezó gritar preguntas y los sujetos leyeron las cartulinas.
-¿Quien o quienes periodistas los apoyan?
-Ah si!! Está el “Arcángel San Gabriel”, el “Mariachi”, Humberto Atalaya y otros dos que no recuerdo ahora. Todos ellos se encontraban en nómina….
-¿Por qué mataron a Roberto Marcos?
-Ah si!! Se le ejecutó porque estaba escribiendo cosas en contra del cartel.….

Después de algunas repeticiones para asegurarse de que todo había salido como se requería, todos se encontraban una vez sentados en la sala platicando cosas de la vida.
De momento, cayó en el regazo de los invitados dos sabanas blancas. Uno de ellos lo tomó como una bendición mas; encontrarse un completo desconocido que le diera a un borracho como él tantos regalos era algo muy difícil de creer, pero muy fácil de aceptar.
-A su mecha!! Unas de estas nos hacían falta pa' dormir!! Verdad compadre!!
-¿Y quién les dijo que la sabanas son para dormir?-Dijo el anfitrión sacando una pistola de la nada.